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lunes, 15 de septiembre de 2014

DECÍAN QUE LAS SEGUNDAS PARTES NUNCA FUERON BUENAS

Graziano Pellè celebrando el 2-0. Detrás, Coloccini. 
Cuarto partido de Premier League y Southampton suma 7 puntos comparados a los 5 de la temporada pasada una vez jugados los 4 primeros enfrentamientos, tras la contundente victoria ante el Newcastle por 4-0. De esta manera, los Saints confirman la recuperación y Ronald Koeman aclara que su presencia no será recordada como una transición, sino como la continuación del crecimiento de este club. Mientras tanto, los Magpies, a su pesar, están en declive. De hecho, entre la efusiva hinchada Saint ruborizada por el marcador, el Saints Fun Day y la carrera de Francis Benali; se encontraban furiosos aficionados Toons que pedían la destitución de un técnico que ha hecho del Newcastle un conjunto serio, difícil de batir y entretenido para el hincha Magpie y neutral, Alan Pardew.

XI Southampton
Pese a las sonadas ventas del Southampton, han formado una plantilla suficientemente amplia y profunda. Tanto es así que la alineación de hoy podía traer hasta 3 formaciones distintas en el campo de Saint Mary's. La formación escrita sobre el papel y que usó durante la mayor parte del partido fue el 4-3-3, siendo un magnifíco Fraser Forster el portero. Bertrand y Clyne los laterales. Fonte y el polivalente Alderweireld los centrales. El tan importante Morgan Schneiderlin medio de contención acompañado en el trivote por Davis y Cork de interiores. Long en la derecha, Pellè en punta y Tadic en la izquierda formaban el tridente. Otra formación usada fue el 4-4-2 con Schneiderlin y Cork como doble pivote, Davis y Tadic bandas y Pellè y Long delantera. Esta opción se llevó a cabo los 10 primeros minutos. También formaron un 4-2-3-1 en momentos muy puntuales al término del partido.
XI Newcastle






El Newcastle United presentó un 11 que volvió a echar de menos a Yohan Cabaye, aquel centrocampista capaz de defender como medio defensivo, distribuir como interior y dar el último pase como media punta. Pardew alineó en 4-2-3-1 a Tim Krul en portería. Janmaat y Haidara en los laterales y Williamson y Collocini como centrales sufriendo con la conexión Eredivise, Tadic y Pellè. Doble pivote compuesto por la joven joya Jack Colback con más libertad para distribuir y moverse que su pareja de baile, Anita, que ejercía más de medio centro posicional. Como media punta, Sissoko. Gouffran y un extremadamente vigilado -no es para menos-, Remy Cabella. En punta, Riviere.

LA CONEXIÓN EREDIVISIE

La primera parte tuvo más pugna de balón. Fue un periodo del partido sin claro dominador pese a los 2 goles de Pellè en este tramo. Southampton jugaba al contragolpe disfrutando del marcador pero no del juego, mientras el Newcastle hacía estragos en defensa a la hora de replegar en las verticales conexiones de Tadic y Pellè, la "conexión Eredivisie"; y era víctima de la impotencia que genera la posesión de balón infructuosa. De hecho el segundo gol fue una descripción de la primera mitad: Cabella centra un balón que es despejado y robado por el Southampton. Acto seguido, Shane Long manda un balón largo para que terminen la jugada los propios Tadic y Pellè y estos dejen en evidencia a Coloccini y Williamson con una pared que busca Pellè y un pase de la muerte del serbio.

UN VIGILADO REMY CABELLA

Decimos que el Newcastle en la primera parte tuvo el balón de manera inútil. Los más activos en ataque posicional Toon fueron un incansable Cabella por la banda derecha, Sissoko y su llegada al área con la que contrarresta su defícit dando el último pase en la media punta y Jack Colback organizando el juego. Sin embargo, se encontraron con las paradas y reflejos de Fraser Forster y capacidad de trabajo, marcaje y defensa de Jack Cork. Del medio defensivo, Cork, que jugó de interior aprovechando también su llegada al área, cabe destacar además de su gol su trabajo defensivo sobre Remy Cabella, al que anuló por completo.

LA DIVERSIÓN HECHA FÚTBOL

XI Southampton 2ª parte
Irónico. El Southampton 2013-14 siempre se desinflaba en las segundas partes debido al escaso fondo de armario. A día de hoy, un cambio significativo es que una vez sobrepasado el minuto 45, los Saints pueden pisar el acelerador. Queda muy claro con la segunda mitad disputada ante el Newcastle. Entró la perla del Southampton e Inglaterra, James Ward-Prowse, al campo por Dusan Tadic y revolucionó el partido. La presencia de Ward-Prowse supuso menos balón en largo en salida de balón y un juego infinitamente más vistoso. Detengámonos a ver las razones.

En salida de balón, Ward-Prowse retrasaba su posición a la altura de Victor Wanyama para ayudar a sacarlo en corto. En la primera parte los jugadores del Newcastle no tenían tanta fatiga acumulada, lo cual les permitía presionar a Fonte y Alderweireld cuando tenían el balón. Contando con esa presión, las carencias creativas de ambos centrales, escasos apoyos de Cork y Davis y juego mucho más vertical en la primera mitad, ganaba el balón en largo. Sin embargo, con Ward-Prowse el juego en corto desde atrás era mucho más fluido e incitaba a jugar por dentro, que es por donde se movía el balón desde el principio.
Combinación y juego interior gracias a los movimientos de James Ward-Prowse

Una vez sacado el balón y superada la línea divisoria se produjo un excelso juego interior por parte del Southampton. El propio Ward-Prowse y Steven Davis abandonaban las bandas por su naturalidad de centro campistas para dejárselas a Bertrand y Clyne y se juntaban con Schneiderlin y Cork. Otro punto a remarcar es, que con la entrada de un medio defensivo puro como es Wanyama, Schneiderlin y Cork tenían mucha más libertad para llegar al área y combinar con Ward-Prowse y Davis en 3 cuartos de campo. Una segunda parte memorable, con juego interior, mucha combinación en el centro del campo y fútbol vistoso y brillante. Todo eso para consumar la excepción que confirma la regla.  



martes, 9 de septiembre de 2014

SUIZA 0-2 INGLATERRA, CUANDO EL BALÓN NO ES PRIORITARIO

Si tienes el balón, eres tú quien decides. Tú manejas los tiempos y no das oportunidad de jugar al rival. Tener el control es importante para ser el todopoderoso rey del centro del campo. Sin embargo, no es suficiente la voluntad para conseguirlo. A veces, hay que jugar tus cartas y buscar tu identidad. Suiza e Inglaterra tienen varias similitudes y no son precisamente la cruz en su bandera ni la mano de Roy Hodgson. Se trata de los problemas para sacar el balón en corto lo que conlleva a ejecutar el fútbol del contragolpe. Basilea fue testigo, al son del "God Save The Queen", de como Inglaterra goleaba cuando acechaba a Suiza para recuperar el balón y, a ojos del espectador, peor estaba.

XI inglés

La fase de clasificación de la Euro Copa 2016 comenzó con innovación en la formación por parte de Inglaterra. Roy Hodgson alineó la formación que está utilizando Brendan Rodgers en el Liverpool: el 4-4-2 en rombo. Hart, habitual en portería. El joven toffee John Stones titular en el lateral derecho en su segundo partido con Inglaterra. Otro representante del Everton fue Leighton Baines en su lateral izquierdo. Pareja de centrales Gary Cahill-Phil Jones. En el ancla del medio campo siendo el sustento del rombo, Jack Wilshere. Delph, estrenando titularidad; junto a un discreto Henderson de interiores. Sterling actuaba con total libertad de movimiento en la media punta. Rooney también actuaba con movilidad en la doble delantera junto a Danny Welbeck.






XI suizo


El nuevo director técnico de Suiza, Vladimir Petkovic, no cambió un ápice la alineación de la Schweicer Nati de Ottmar Hitzfeld, pero sí experimentó con la formación. Comenzó Suiza con el 4-2-3-1 del Mundial y cambiando durante el partido a 4-4-2 con Seferovic compartiendo delantera con Shaqiri o Mehmedi y a 4-3-3 con Xhaka y Behrami de interiores. Yan Sommer fue de una vez por todas indiscutible bajo palos tras el renuncio al equipo nacional de Diego Benaglio. Los tan importantes laterales de Suiza e imborrables de la titularidad, Lichtsteiner y Rodríguez. Centrales Djourou y Von bergen. El doble pivote defensivo habitual formado por Inler y Behrami. A partir de aquí, Suiza es una movilidad alocada. Múltiples alternancias posiciones entre Mehmedi, Xhaka y Shaqiri e incluso Seferovic, que en ocasiones abandona la demarcación de 9 para retrasar su posición. 

INGLATERRA CON BALÓN

Vamos a analizar cuáles eran los problemas de Inglaterra para sacar el balón jugado en corto teniendo a futbolistas de la calidad de Wilshere o Henderson en el centro del campo y por qué les afectó negativamente tener la posesión. En primera instancia, la formación 4-4-2 en rombo obliga a los interiores -en este caso Delph y Henderson- a ayudar a Wilshere a sacar el balón jugado porque este, el 10 del Arsenal, es la única referencia de los centrales para llevar a cabo esta tarea. Wilshere no tuvo buena noche surtiendo balones en gran parte culpa a los insuficientes apoyos de Delph y Henderson. Inglaterra buscó alternativas con Sterling viniendo a recibir muy atrás y suponiendo un enorme desgaste físico para el virtuoso media punta. Otra alternativa fue la salida de balón conducida. Es decir, Gary Cahill y Phil Jones sobretodo, conduciendo el balón hasta el centro del campo e iniciando jugada. Todas estas opciones fueron valoradas, intentadas y finalmente desechadas enviando el balón en largo para aprovechar la corpulencia de Wayne Rooney y buscar segundas jugadas. 

Los problemas cuando se saca el balón jugado desde atrás te condenan a un juego previsible cuando se tiene la posesión. Por ello, Suiza interceptó algunos pases y los convirtió en contragolpes que pudieron ser convertidos en goles de no ser por Phil Jones y Gary Cahill. Exisitía un error que se repetía en el repliegue inglés cuando perdían el balón. En esas situaciones el León inglés se transformaba en un vulnerable Simba. Suiza salía a la contra y, definitivamente, Jack Wilshere no tuvo su noche. Jugó en una posición que no era la suya, la de medio centro defensivo. Cuando un interior que está acostumbrado a llegar al área no ensaya lo suficiente en esa demarcación, se nota. Perdió su posición y dividió el campo en dos siendo un mal medio de contención y víctima del robo de su espalda por la banda suiza al contragolpe. 

Wilshere fue el culpable del mal repliegue de Inglaterra en las contras de Suiza
INGLATERRA SIN BALÓN

Cuando el juego convencional no funciona ni es vistoso no queda otra que aceptarlo sin complejos y explotar todas tus virtudes para encontrar tu identidad. Eso hicieron. Contaban con un velocista llamado Raheem Sterling, un 9 rematador llamado Danny Welbeck y uno de los delanteros más completos del planeta, Wayne Rooney. Delph trabajó en defensa y las recuperaciones de balón no tardarían en llegar ante una Suiza con la misma clarividencia en ataque con balón que ellos. Si esta Inglaterra quiere buscar las contras, que así sea. Y si Roy Hodgson quiere un equipo dominador, ya mismo se puede poner a trabajar. 

SUIZA CON BALÓN

Doble pivote defensivo, juego interior con movilidad y rotaciones y laterales ofensivos.
Suiza se caracteriza por su movilidad y profundidad de sus laterales para incorporarse al ataque. Los carriles son siempre para Lichtsteriner y Rodríguez que suelen ser los más abiertos y adelantados con respecto al centro del campo. De esta manera, ni Mehmedi ni Shaqiri pisan la banda para ejecutar mucho juego interior y alternancias de posiciones entre ellos y Xhaka. Suiza podría explotar este juego interior con una buena salida de balón por el centro pero deben lamentar que para aguantar su movilidad y ofensiva de los laterales es necesario un -perjudicial para una fluida salida de balón- doble pivote defensivo formado por Inler y Behrami. En su plantilla está Dzemaili, pivote con llegada y buenas dotes de distribución, pero no haría la misma labor en defensa que Behrami. En definitiva, debido a las carencias creativas del doble pivote defensivo, Suiza opta por la salida de balón lateral mediante Rodríguez y Lichtsteiner. Iniciar el juego por la banda es bastante previsible y los de Petkovic acabaron cediendo la posesión para explotar la velocidad de Lichtsteiner, Rodríguez, Shaqiri y Mehmedi y los desmarques de Seferovic.

SUIZA SIN BALÓN

Cuando el conjunto helvético cedió la posesión se colocó en un ordenado 4-5-1 esperando en medio campo y presionando al hombre con balón inglés. Dejaron muy pocos espacios y dificultaron considerablemente el juego en corto de Inglaterra. Una vez recuperado el balón, Suiza encendía el contragolpe con Shaqiri y Mehmedi a pierna cambiada que buscaban el pase entre líneas para Seferovic cuando atacaba al espacio. Tuvieron dos ocasiones muy claras a la contra. En la primera, Phil Jones blocó a Seferovic y en la segunda, Gary Cahill blocó el disparo de Josip Drmic -quien entró por Mehmedi- tras regatear a Joe Hart. En la segunda parte Suiza dio entrada a Dzemaili para remontar los goles de Welbeck a base de posesión. Fue cuando mejor estaban los suizos cuando llegaron los goles ingleses, efectivamente, al contragolpe. Cuando no se trata de hacer el juego más vistoso ni dominar en demasía, sino de jugar bien tus cartas.