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domingo, 11 de mayo de 2014

JONATHAN SORIANO, EL DESTERRADO


Se encontró con Leo Messi y dio todo por un club que no le devolvió nada. Era joven para el fútbol, maduro para el primer equipo y veterano para la liga en la que se sacrificó, la segunda división. El Swansea de Brendan Rodgers, el Wigan, el Queens Park Rangers, el Olympic de Marsella, el Fenerbahçe, el Benfica, el Celta y el Salzburgo se mataban por él en los despachos cuando este tenía 25 años. ¿Entonces qué ocurrió para que un jugador de su valía saliese del Fútbol Club Barcelona por la puerta de atrás y por 500.000 €?

Guardiola le daba alientos de esperanza por llegar a triunfar en el primer equipo y para Soriano eso era más que suficiente. Nadie le obligó a Jonathan Soriano a quedarse a la sombra de Messi, Ibrahimovic y compañía pero mientras existiese una ventana entreabierta nada le iba a hacer marchar del club que soñaba militar. De hecho, el declaró que "No le importaba estar otra temporada en el B si no llegaba una oferta que le gustase o el Barça no le dejara marchar" porque, seguía "estar en el Barça no supone un paso atrás". Estaba dispuesto a sacrificarse. No supo hacer las maletas a tiempo, el dilema Soriano se convirtió en un problema para el Barcelona y supuso el desperdicio de lo que podría haber sido una estrella.


Jonathan Soriano creía en el destino y este mismo le llevó la contraria cuando sufrió la lesión más trascendental de su carrera. En la final de la Audi Cup 2011 contra el Bayern de Múnich, Pep Guardiola le dio una oportunidad. En ese partido un choque con Tymoshchuk supuso el adiós a la prueba de fuego de jugar la pretemporada en Estados Unidos con el Barcelona. 3 meses después volvió a pisar el verde para seguir jugando con el filial culé. Tras la lesión, marcó 5 goles en 10 partidos y al final de esa temporada se desvinculó del club azulgrana. En contra de su voluntad o no, se desconoce. De entre tanto equipo interesado el Salzburgo austriaco el verano de 2012 se llevó la palma y fue una auténtica ganga.


Hablamos de un jugador que desprende gol por todos los poros de su piel. Con 14 años llegó a las categorías inferiores del Espanyol y desde entonces no paró de romper la red. La temporada siguiente ya estaba jugando con el filial perico y entre el año 2001 y 2009 alternó entre el B, el primer equipo y cesiones a Almería, Poli Ejido (desaparecido) y Albacete. Cerró su etapa como jugador del Espanyol con un total de 36 goles. Su última aparición como ariete perico fue en un derby contra el Barcelona en el que portó el brazalete de capitán. 23 años tenía Soriano cuando llegó gratis al Barcelona. Su era culé fue mágica. 3 temporadas de evolución y teniendo el 2010 como año en el se alinearon Júpiter y Saturno siendo protagonista en el ascenso del Barça B a 2ª división dando parte del prestigio que tiene actualmente La Masía. A las órdenes de Luis Enrique en la temporada 2010/2011 consiguió 32 goles en 37 apariciones siendo el pichichi de aquella temporada.

Ya casi un veterano, es uno de los pilares fundamentales del mejor equipo de Austria. Su brillo allí es fácil ante las débiles defensas que devora partido tras partido y sistema 4-4-2 del que le hizo llegar al clímax como máquina de gol, Roger Schmidt. Jonathan es un ariete muy completo al igual que su pareja de baile, Alan. Ambos lo abarcan todo: juego de combinación, definición o inteligentes movimientos y desmarques. El Salzburgo también disfruta de dos prometedores extremos, Kampl y Mané, que, junto a su efectiva presión y ofensiva en ataque lo hacen un equipo infinitamente mejor a los apenas 9 rivales de la Bundesliga austriaca.

Obviamente, Jonathan necesita medirse en un equipo que le ofrezca jugar en la élite y diversos medios aseguraron que ojeadores del Manchester United y Liverpool viajaron con frecuencia esta temporada a Austria para presenciar su evolución. Existe otra salida que vendría de la mano del reencuentro con Luis Enrique, quien creó a este jugador y ya intentó llevárselo el pasado verano en su llegada al Celta de Vigo. Este quiere de nuevo a Jonathan ya sea en Vigo o en Barcelona, club que parece que entrenará la próxima campaña, realizando así el sueño de Soriano.

Más que una lástima es que los medios de comunicación no se acuerden del actual segundo máximo anotador de la ligas europeas con 30 goles. Sólo detrás de los 31 de Luis Suárez. Estar en una liga inferior supone que sea el 5º en la carrera por la Bota de Oro pues ligas como la austriaca, holandesa etc. puntúan medio punto menos que la inglesa o la española. Comprensible pero un obstáculo más al reconocimiento de los éxitos de Soriano. Y es que, Vicente, cuando nos rompíamos la cabeza en la búsqueda de un 9, teníamos una mina de oro sin escrutar a la que ya es demasiado tarde recurrir. De hecho, Soriano plantea la doble nacionalidad para poder jugar con la selección austriaca, militada por el talentoso lateral del Bayern, Alaba. Sin duda, lo recibirían con los brazos abiertos. Quizás en la Eurocopa 2016, si no es demasiado tarde, consiga brillar como siempre ha debido.

"A veces me preguntan si me gustaría ir a un grande. Claro, hombre, a todo el mundo le gusta. Pero, ¿de qué me sirve si vuelvo a no ser convocado o a jugar veinte minutos? Quiero esto. Quiero jugar. Ahora estoy jugando y mi familia está bien, estoy contento, el club lo está conmigo y eso no se cambia por nada." - Jonathan Soriano 13/02/14

jueves, 1 de mayo de 2014

DESDE MADRID PARA EL UNIVERSO



El fútbol español escribiendo de nuevo páginas de oro en el libro de la historia. Lisboa albergará el próximo 24 de Mayo la final que significará la primera vez o llegar a la decena. La primera de muchas o muchas por primera vez. La lucha titánica en la máxima competición de fútbol en lo referente a clubes. Derbi madrileño en la final de la Uefa Champions League. No era suficiente la batalla por la tan ansiada décima contra la consagración atlética. También tendremos que añadir ese ingrediente que hace un derbi un partido a muerte. El honor de competir contra tu eterno rival. Reinar Madrid, reinar Europa, reinar la Tierra.

Diego Pablo Simeone llegó a Madrid un nublado 23 de diciembre de 2011 sustituyendo a Gregorio Manzano en tiempos de aguas enturbiadas en el Manzanares. Fue llegar y besar el santo. El 9 de mayo de 2012 el Atlético ganaba la Uefa Europa League y comenzaba la leyenda. Desde entonces no pararon de llegar los éxitos con la fórmula "cholista" hasta alcanzar el clímax en el actual 2014, un año mágico con liderato en la Liga y final de Champions. La receta del Cholo es el trabajo y sacrificio desde la humildad y amor al club. Motivó y sacó lo mejor de sus soldados hasta llegar a ilusionista. Hasta llegar a maravillarnos con jugadores que con un extra de carácter son futbolistas de la más alta alcurnia. Y da igual si tus colores no son el rojo y el blanco, tu también admiras a Simeone y has parafraseando el "partido a partido".

José Mourinho puso contra las cuerdas al Cholo cuando, usando su polémica y famosa estrategia defensiva, consiguió un 0-0 en el Vicente Calderón, fortín donde no ha ganado ningún equipo visitante esta temporada. Stamford Bridge, otra fortaleza antológica. De 79 partidos que ha jugado Mourinho como local en toda su historia en el Chelsea sólo ha perdido dos. Uno de ellos, contra el Atlético de Madrid en la vuelta de semifinales. La victoria del Atlético en Londres el pasado 30 de abril fue de grabar y volver a ver, y volver a ver otra vez. Ver 3 o 4 veces como los colchoneros pasaron por encima del conjunto de Mourinho. Como remontaron el gol de Fernando Torres, hijo pródigo atlético al cual la ejemplar afición colchonera coreó el nombre más adelante junto al de Luis Aragonés. Detalles de campeón. Como la magia de Hazard, raza de Cahill y Terry y determinación de Willian sucumbieron a la jerarquía de Tiago, calidad y clase de Arda y Koke y carácter rojiblanco, pues después del partido que suponía llegar a una final de Champions 40 años después, Filipe Luis declaró que sólo pensaba en el Levante, próximo rival. De nuevo, detalles de campeón.

El 30 cayó el fútbol defensivo y el 29, el de posesión. Adiós don Pepito, adiós don José. Carlo Ancelotti despidió fantasmas, quimeras y legendarios miedos blancos en las visitas al imperio germano. Este año fue diferente y se derramó sangre en Alemania. El Schalke fue la cenicienta y primera víctima. Dortmund, segunda y primera revancha del tour teutón. Jürgen Klopp fue el verdugo del Madrid en 2013 cuando parecía que conseguirían remontar la eliminatoria en el último suspiro de aquellos largos 90 minutos del Bernabéu y optar a disputar en Múnich la final de la que parecía, otro año más, la décima. Por último, la gran vendetta. Rummenigge adelantó que ardería Múnich y se encargó Sergio Ramos de que ardiera Alemania entera. El de Camas vengó aquel fatídico penalti en el que mandó el balón a las nubes, marcando 2 goles en el Allianz Arena. Cristiano Ronaldo, su récord como máximo goleador de las fases eliminatorias de Champions League, individual revancha a Neuer por pararle su penalti hace dos años y simple deseo de regocijo dejó el resultado en 0-4.

Ganó el contragolpe en Múnich y en Madrid. Un contragolpe perfeccionado por Ancelotti con un cambio de sistema que también cuida el plantel defensivo. Usar un 4-4-2 en defensa y cambiar a 4-3-3 al atacar siendo Gareth Bale ese cuarto en medio campo que convierte a la delantera en el tridente explosivo de Chamartín, la BBC. La posesión de balón bávara resultó inútil porque no lograban completar la jugada con un pase en profundidad ante la sólida doble línea de 4 del Madrid en defensa y gran partido de Luka Modric y Xabi Alonso, quien se perderá el Madrid-Atlético de Lisboa por acumulación de tarjetas. Baja sensible para el Real Madrid pues el tolosarra es el director de la orquesta.

El aficionado neutral será el que realmente disfrute este duelo a morir. Estrenarse en Champions o conseguir una décima no es posible sin sufrimiento. Se estirarán de los pelos merengues y colchoneros. Choque de trenes, contraste de estilos y de la manera de ver el fútbol. Siéntete privilegiado de vivir este momento y ver esta generación de futbolistas de la que nos acordaremos en la prosperidad. Más que Lisboa, Madrid capital mundial del fútbol.