viernes, 25 de julio de 2014

UN DÉBIL Y PREVISIBLE MILAN SE RINDE AL "CHORI" DOMÍNGUEZ

Olympiacos celebra uno de sus goles en su cómoda victoria sobre el Milan. Delante, Adil Rami.
Deja malas sensaciones el debut del Milan de Pippo. No han desaparecido los problemas defensivos con los que hacían estragos el Milan de Allegri cuando no tenía una plantilla competitiva y el desganado Milan de Seedorf. Un equipo apático ayer en Toronto enfrentándose a un excelente Olympiacos encabezado por la gran actuación del "Chori" Domínguez. No es lo conveniente aventurarse a augurar una mala temporada para el conjunto rossonero pero la fatiga de este equipo, más bien suplente dentro de lo que cabe en el plantel, y poca movilidad con balón no son los mejores síntomas para un comienzo de temporada. Aún están a tiempo de prevenir.

4-3-3 del Milan
El 11 que presentó Filippo Inzaghi para su estrenó fue el siguiente: un 4-3-3 con Gabriel en portería,
laterales para Zaccardo y Albertazzi con Rami y Bonera, ejerciendo de capitán, en el eje de la defensa. Bryan Cristante de ancla como medio de contención con Poli y Saponara de interiores acompañándole en la de medular. Tridente formado por El Shaarawy por la izquierda, Niang por la derecha y Pazzini de ariete. Fue interesante ver el regreso de Niang y El Shaarawy. Niang ha estado cedido en el Montpellier francés y "El Faraón" estuvo lesionado aunque sí jugó varios partidos al final de la Serie A 2013-2014.




4-2-3-1 del Olympiacos


Lo que alineó Míchel traía alguna que otra novedad pero no es muy diferente a lo que podremos ver en el conjunto griego como 11 titular esta temporada. Sobretodo, después de las bajas de Campbell, Hernán Pérez e Iván Marcano. Olympiacos sacó un 4-2-3-1 ganador: Roberto en portería, línea de 4 con 3 nuevas incorporaciones. Los jóvenes Elabdellaoui y Arthur Masuaku en los laterales y siempre atentos a las diagonales y movimientos de Niang y El Shaarawy. Otro recién llegado, Eric Abidal, formando dúo de centrales con la joya de Atenas, Kostas Manolas. Doble pivote, Andreas Samaris con el joven Pajtim Kasami. En la media punta un Chori omnipresente. Banda izquierda para el capitán español, David Fuster. Derecha para Matthieu Dossevi. Por último, el recién fichado Thanasis Papazoglou como 9. 


PRIMERA PARTE 

Nula salida de balón por parte del Milan
La posesión la tiene el conjunto rossonero, sí. Pero resultó completamente inútil pues no sabían qué hacer con el balón. Significativo que Pazzini, Poli y Saponara -el delantero y los centro campistas creativos- apenas participaran en la primera mitad. La salida de balón era lenta. Mucha circulación en campo propio entre Rami, Bonera y Cristante. Cierto es que siempre, sin excepción, intentaban sacarlo en corto, eso es positivo, pero Cristante no tiene la visión de juego para comenzar la jugada por dentro. Sumado a las carencias creativas de Bryan Cristante, las pocas ayudas por parte de Poli y Saponara. Nula movilidad de jugadores una vez pasada la línea divisoria. Lo resultante es lo que podemos ver en la imagen: Inexistente conexión entre Cristante y los centro campistas creativos. Esto conlleva a lo inevitable: la salida de balón lateral. Se basaba básicamente en balones a Albertazzi y Zaccardo. A continuación, estos buscaban prolongar la jugada con un pase a Niang, por parte de Zaccardo, y a El Shaarawy, por parte de Albertazzi. De esta manera el juego rossonero se convertía en algo muy previsible. Para ser justos, cuando conectaban Niang y El Shaarawy el ataque era eléctrico pero pocas veces se daba esto pues las diagonales de ambos era infructuosas. Ojo a Niang. Velocidad, físico y técnica por pulir.

El Chori retrasa su posición por detrás del doble pivote
Al contrario que el Milan, los griegos aprovechaban todos los balones que tenían. Ya fuese en contragolpes, posesiones largas o cortos. Siempre lograban una buena conexión de pases y una buena movilidad de jugadores en ataque posicional. De hecho en el minuto 16 llegaba el gol del Chori Domínguez, jugador que se ha ganado a pulso llevar el dorsal 10 del Olympiakos. Alejandro, como así se llama realmente el Chori, es una estrella con maduración tardía. Ha conseguido Míchel hacerlo brillar pues su primer paso por Europa saboreando la Premier League Rusa y Valencia no dio sus frutos. Con Paco Jémez en el Rayo Vallecano tampoco cuajó en su regreso al viejo continente. Trabaja en defensa sin balón, baja a recibir para sacar el balón jugado y participa en cada una de las jugadas. Todos los balones pasan por las botas del Chori. 

SEGUNDA PARTE

Menos juego aún por parte del Milan y menos solidez defensiva. Mismos problemas para hacer circular el balón que ni los cambios solucionaron. Un palo de Saponara, 2 espontáneos entrando al campo, una bengala en la grada griega y 2 comentaristas muy simpáticos en ESPN para amenizar un partido en el que cuanto más tiempo pasaba, peor imagen dejaba el Milan. Recién hizo cambios el Olympiakos, metió gol uno de los hombres que acaba de pisar el césped de Toronto, Diamantakos. Centraba Masuaku, excelente partido arriba y abajo en su carril, por cierto; pocas ganas de evitar que ese balón colgado llegara a su destino por parte de Zaccardo y un muy lento Bonera que veía como Diamantakos le ganaba descaradamente la espalda para hacer el 2-0.

Contra del Olympiacos frente al lento y con huecos repliegue del Milan
Las entradas de Alex, Mèxes, De Sciglio, Honda y Modic fueron totalmente irrelevantes. La defensa rossonera se seguía asemejando a la de la pasada temporada 2013-14 y si con el segundo gol no habíamos tenido suficiente dejavu, venía Andreas Bouchalakis para recibir el balón sin marca alguna y controlar el pase. Acto seguido, acomodarse el balón a su gusto y así poder quitarle las telarañas a la escuadra de la portería de Gabriel, una vez golpeado el esférico. Desde la venta de Thiago Silva, actual capitán del PSG, la decadente defensa rossonera sigue en declive dejando aquellos Maldini, Nesta, Cafu y Stam como espejismos del pasado. Sin balón el Milan no presionaba y cuando el Olympiacos les robaba el balón -recordemos que la mayor parte de la posesión la tuvo el Milan- los griegos armaban la contra y pillaban sin replegar a la lenta defensa de Pippo. 

El verdadero aliciente para ver este partido, finalmente no jugó. Se trata de Hachim Mastour, que sí calentó pero vamos a tener que esperar para ver las primeras zancadas de la gran promesa del Milan con el primer equipo y sólo con 16 años. En resumidas cuentas, malas vibraciones dejó este partido por parte del Milan de cara a la temporada que debería titularse "La reconstrucción". Quedan vacantes en cuanto a fichajes, la defensa sigue siendo un chiste, El Shaarawy no está en forma y la salida de balón rossonera deja mucho que desear. Aún estás a tiempo, Inzaghi...



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